viernes, 23 de diciembre de 2011

El deseo propio o ajeno nos obliga a tomar decisiones, a verlo o a ponerle un velo. El deseo es un imán, atraemos lo que visualizamos, lo bueno y lo malo. Porque nadie llega a un lugar si antes no lo deseó.

2 comentarios:

  1. Me gustó mucho tu blog! Gracias por pasarte por el mio! Ya te sigo! Un beso :)

    http://floofemme.blogspot.com

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  2. Muchas graacias. yo tmb te sigo linda :D

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